Inseminación artificial (IA)

La inseminación artificial (IA) es una técnica de reproducción asistida sencilla y de bajo coste por la que los espermatozoides son introducidos de forma no natural en el útero de la mujer a la espera de que se produzca la fecundación y tenga lugar el embarazo.
Se trata de un procedimiento indoloro y mucho menos invasivo que otras técnicas reproductivas como la fecundación in vitro (FIV).
Pese a la creencia de que es una tecnología moderna, se piensa que ya en el siglo XV empezaron los primeros intentos de inseminación artificial en mujeres, aunque la popularidad la empezó a adquirir a partir de los años 70.

¿En qué consiste?

Para llevar a cabo la inseminación artificial, el médico especialista deposita, por medio de una cánula especial, una muestra de semen previamente procesada en la cavidad uterina durante periodo ovulatorio de la mujer con el objetivo de conseguir un embarazo.
La fecundación del óvulo por parte del espermatozoide se produce en las trompas de Falopio, al igual que ocurre en la búsqueda del embarazo natural. La diferencia es el modo en que los espermatozoides son introducidos en el órgano reproductor femenino.
Otra diferencia importante es que en el proceso de IA, el momento de la ovulación de la mujer se controla con medicación hormonal para hacerla coincidir con la introducción del semen y aumentar así la probabilidad de éxito.
Por tanto, la probabilidad de embarazo es ligeramente superior a la derivada de las relaciones sexuales, aunque sigue dependiendo fundamentalmente de la capacidad fecundante del espermatozoide y la capacidad de implantación del embrión generado tras la fecundación.
Los pasos principales del proceso de IA los esquematizamos a continuación:
  • Estimulación ovárica: se administran dosis bajas de hormonas (gonadotropinas) para estimular ligeramente la producción ovárica y se hacen controles periódicos para analizar el desarrollo folicular.
  • Inducción de la ovulación: una vez se observa que uno o dos folículos tienen el desarrollo óptimo (18 mm de diámetro) se desencadena la ovulación, generalmente con la hormona hCG.
  • Capacitación del semen: es el proceso de preparación de la muestra de semen para que ésta esté concentrada en espermatozoides móviles y no contenga otros tipos celulares ni plasma seminal.
  • Inseminación: en el momento de la ovulación se deposita una pequeña muestra de semen (0.5 ml normalmente) en el útero de la mujer a través de una cánula especial. No se requiere anestesia.
  • Apoyo de fase lútea: se administra progesterona vía vaginal para facilitar la implantación del embrión.
Tipos de inseminación artificial
En función del origen del semen empleado distinguimos dos tipos principales:

Requisitos
La inseminación artificial es generalmente la primera técnica reproductiva recomendada cuando una pareja no logra el embarazo tras 12 meses de relaciones sexuales sin éxito.

Sin embargo, para poder realizarla se necesitan ciertas condiciones.
  • En caso de no cumplir con los requisitos necesarios, se aplicarán directamente otras técnicas como la FIV.
    Las condiciones mínimas que determinan que esta técnica tiene posibilidades de lograr el embarazo son las siguientes:
    • Descartar el riesgo de una posible Hepatitis C o Hepatitis B, del VIH, la Rubeola, la Sífilis y la Toxoplasmosis, para garantizar que no hay riesgo de contagio a la pareja y/o al futuro bebé.
    • Comprobar la permeabilidad tubárica de la mujer. Mediante diversas técnicas como histerosalpingografía (HSG) o laparoscopia se puede observar que las trompas de Falopio son funcionales, pues esto es necesario ya que la fecundación tiene lugar en su interior.
    • Es necesario que el varón tenga un mínimo de calidad seminal. Se requiere un REM (recuento de espermatozoides móviles) por encima de los 3 millones de espermatozoides móviles progresivos después de la capacitación.
  • Resultados y probabilidad de embarazo

    El éxito de la IA viene determinado por muchos factores como la edad de la mujer, el grosor de su endometrio, la calidad del esperma, el tiempo de esterilidad, la causa o indicación de infertilidad…
    La eficacia de los resultados varía entre las clínica. La tasa de embarazo de una mujer menor de 35 años que se realiza un ciclo con el semen de su cónyuge varía entre el 13 y el 25%. Mientras que en el caso de semen de donante esta cifra ronda el 18-29%.

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